La sedestación es una de las posiciones anatómicas básicas. Muchas personas con movilidad reducida precisan de silla de ruedas para poder desplazarse, lo cual estar sentado durante largos períodos puede ocasionar úlceras por presión, deformidades en la columna por un mal posicionamiento, incluso puede dificultar la deglución y la respiración.
El asiento postural, es una ortesis para la sedestación cuyo objetivo es el de lograr un control sobre la postura en pacientes con parálisis cerebral donde no se prevea una corrección. Puede ser solo el asiento o el asiento con el respaldo y en dos cuerpos o en uno.
La toma de molde se realiza con ayuda de unos calergos, que son dos sacos uno asiento y otro el respaldo que al hacerles el vacío se adaptan a la anatomía del paciente.
Para emplearlos, colocamos los calergos en una silla de ruedas y sentamos al paciente, tratando de posicionarlo correctamente. Una vez preparado, se procede al vaciado, retiramos al paciente y comprobamos que está correcto. En ocasiones se suele emplear un mapa de presiones sobre el calergo, el cual sirve para ver en qué zonas la piel del paciente es más sensible, ergo es más propenso a tener úlceras.
Posteriormente con un scanner 3D informatizamos el asiento y ejercemos las correcciónes necesarias. Alisamos las arrugas, liberamos presiones en zonas conflictivas... Se manda a fábrica y manda a la ortopedia el molde sobre espuma de alta densidad.
Se prueba el asiento y se efectúan las correcciones necesarias.
Posteriormente se tapiza y se adapta a la silla de ruedas. No se necesitan otros controles extra, dado que el propio asiento mantiene la posición.
Esta es una de las actividades que más me llaman la atención y una de las más importantes. Debido a que con una correcta sedestación podemos evitar diversas patologías derivadas por una mala postura alargada en el tiempo.
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